Según antiguas leyendas de los pueblos escandinavos (…y según la wikipedia), Mjolnir es el nombre con que se conoce al martillo del Dios Thor, una de las armas más poderosas y temidas en la mitología nórdica.
En ellas se relata que se utilizaba para derrotar a todos los que desafiasen la supremacía de los dioses en que creían los habitantes de aquellas tierras del norte de Europa.
Uno de los mitos más populares sobre su origen es que fue forjado por los enanos Sindri y Brok, quienes obsequiaron con él a Thor a raíz de una apuesta que hicieron con el dios Loki.
Hasta aquí, la leyenda mitológica. La historia real es otra muy diferente y en Rockbotic hemos desvelado el auténtico origen del que puede ser considerado como el más temible arma del arsenal de los dioses que habitaban aquellos lares.
Procedemos pues a relatarles el resultado de nuestras investigaciones.
– Pues resulta que su origen está en…
…(silencio)…
….(más silencio)….
…..(mucho más silencio)…..
……(muchísimo más silencio)……
– ¡Vale yaaaaaaaaaaaaa! ¿Dónde?
– En Madrid … En el colegio Nuestra Señora de la Fuencisla.
– ¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOH! ¿Qué pruebas hay de ello?
– Tenemos pruebas gráficas irrefutables que pondremos ahora mismo a su disposición. Fotografías de las manos de los auténticos dioses de los Lego® captadas durante la fabricación del Mjolnir y videos donde el mismo Thor, con ojos y todo, lo estrenaba golpeando repétidamente el suelo con él.
– Oh, my God! It´s wonderful! Jamás lo hubiéramos imaginado…
– Nuestros investigadores rockbóticos han llegado a la conclusión que el Mjolnir no fue forjado por dos enanos sino que fue montado con engranajes y piezas plásticas de colores, casi indestructibles, por dos niños de dicho cole (pequeños, sí, pero nada de enanos. Están dentro de los percentiles) llamados Iván y Hernán.
– ¿Qué pruebas tienen de que eso es así?
– La prueba es que si fusionamos ambos nombres tenemos el nombre «IvHernán», que algunos expertos que hemos consultado dicen que etimológicamente podría tener su origen en la tercera persona del plural del presente de indicativo del verbo «hibernar». Se sabe que los osos hibernan cuando hace frío y, si a eso le sumamos que los Lego® son daneses y que Dinamarca es un país nórdico donde hiela casi todas las noches, el círculo se cierra. ¿Te das «cuen»?
– ¡Madre mía! ¡Qué hallazgo! ¡Qué descubrimiento! ¿Podrían enseñarnos ya las fotos?
– Allá van, pero cuidadín, no vayan a plantarles un dedo encima, que son antiquísimas. Fíjense, de la época de los vikingos, nada menos…
Miren, admiren y disfruten de tamaño testimonio gráfico…