Los más peques del Luzuriaga se han atrevido con una construcción novedosa con grandes resultados.
Pero estos chicos de 7 y 8 años se han tenido que enfrentar a varios retos. ¿Cómo conseguir la transmisión de movimiento entre el eje conductor del motor y el eje conducido perpendicular? ¿Y si queremos ralentizar el movimiento del motor con mover con gran precisión el brazo de la grúa?
Primero, una breve introducción teórica sobre los usos del tornillo sin fín, seguida de una clase práctica de cómo sería la mejor disposición de los elementos en juego: motor, ejes, tornillo sin fin y engranaje.
Ah, pero, ¿cómo trasladamos el movimiento del eje a los brazos de la grúa? Ellos mismos, probando y probando posibles soluciones han dado con la pieza clave.
Aprender investigando por nosotros mismos nos ayudará a no olvidarlo nunca…