En las clases de robótica ya hemos asentado las bases físicas y mecánicas para la construcción de estructuras y conceptuales para la creación de código, todo ello lo hemos conseguido a través de proyectos guiados.

¡Ahora es el momento de desarrollar nuestras propias ideas!

Pero antes de empezar, deberíamos conocer cuáles son los pasos básicos para la creación de proyectos.

• Primero, y muy importante, es tener una idea. Parece algo simple pero no es así. No sólo hay  que echar mano del ingenio sino también es necesario ponerse de acuerdo con el resto de miembros del equipo para determinar qué idea llevar a cabo. Así, un equipo puede decidir realizar una rana, o una caravana…o quizás una grúa.
• El segundo paso es documentarse acerca de nuestra idea, lo que se suele llamar: conocer el estado del arte. De esta manera, el equipo que quiera realizar una rana se informaría sobre la vida de las ranas (dónde vive, de qué se alimenta, cómo se desarrolla, cómo se mueve…); por su parte, el equipo de las grúas podría buscar la evolución en la historia de las grúas, tipo de grúas existentes en la actualidad…de igual manera se haría con las caravanas.
• En tercer lugar, hay que definir los requisitos del proyecto, es decir, las funcionalidades y características que deseamos que nuestro diseño tenga o acciones que queremos que realice. Por ejemplo: una rana que croe cuando haya alguien cerca;  una caravana que no se choque con ningún obstáculo o una grúa que tenga un control para subir o bajar la carga.
• Ahora, con la idea clara de lo que queremos, es hora de ponerse con el diseño en sí: elegir de materiales y elementos a usar (motor, tipo de sensor a usar, engranajes, poleas, tornillo sin fin…) y esbozar en un papel un croquis de la estructura. Este último paso es fundamental pues nos mostrará la idea del concepto que tenemos en la cabeza de nuestro proyecto y comprobar la viabilidad del mismo, es decir, si realmente se puede hacer con los medios que disponemos.
• Es el momento de la implementación o desarrollo o ejecución, es decir,  llevar a cabo nuestra idea. En esta fase se pueden distinguir dos partes diferenciadas:

¡Manos a la obra!

• 1. La construcción de una estructura (hardware) sólida y funcional, utilizando los materiales anteriormente seleccionados.
  2. La programación del código (software) que analizará las señales de entrada que provienen de los sensores (de distancia o inclinación) y que dará respuesta mediante los actuadores (motor u altavoz).

Ya va quedando menos…

• Una vez montado y programado nuestro proyecto, es el momento de validarlo y evaluarlo, es decir, comprobar que tiene las características y realiza las funcionalidades decididas en los primeros pasos y analizar cómo de bien, con qué calidad, las cumple. Si nuestro montaje no funcionase se debería volver a definir nuestro diseño o incluso plantearnos si las especificaciones y objetivos deseados al inicio eran alcanzables. En caso de que nuestro artefacto funcione correctamente pasemos a la siguiente fase.
• Documentación final. Esta fase es muy importante y consiste en dejar explicado por escrito todos los pasos anteriores. No es necesario rellenar hojas y hojas con palabras para parecer que hemos trabajado mucho, basta con mostrar de manera clara y concisa lo que hemos hecho. Una buena documentación es aquella que puede entenderla cualquier persona y, no sólo entenderla sino también, montar nuestro proyecto con dicha explicación. En una buena documentación es muy útil el uso de imágenes, diagramas y fotos que puedan aclarar y concretar nuestra explicación.
• Publicación y difusión. Muchas veces el éxito de una idea no depende tanto de si es buena o mala sino de si ésta se ha dado a conocer, si se ha mostrado a las personas que potencialmente les puede interesar. 

 En nuestras clases, vamos a documentar y realizar presentaciones para que nuestros compañeros conozcan nuestras ideas y aprendan con ellas.  Además, las subiremos al blog para que podáis consultarlas y para que los papis también aprendan de sus hijos y de sus compañeros.