La robótica educativa ayuda a que los niños aprendan las materias escolares de una forma diferente, programando y operando kits de robótica específicamente preparados para esto. Pero la robótica en el aula tiene otros beneficios.

Veamos algunos de ellos.

 

 

Es una herramienta motivadora para aprender cualquier materia

Los niños de hoy en día encuentran difícil motivarse y concentrarse en un entorno escolar clásico: el profesor dictando una lección, los niños tomando apuntes y haciendo ejercicios con papel y lápiz. No es esto lo que se encuentran cuando salen del colegio. Cada vez más ámbitos están mediados por la tecnología. Acceden a información, se comunican, se divierten y se relacionan a través de ella.

El aula no debe ser ajeno a esta situación y la tecnología, poco a poco y donde sea conveniente, debe ir siendo parte de este entorno. Y la robótica puede ser uno de estos elementos tecnológicos novedoso y motivador.

El diseño y uso de unidades didácticas adecuadas permitirá que un profesor formado en robótica educativa pueda enseñar un tema de cualquier materia escolar mediante el planteamiento de un proyecto tecnológico en el que los niños, a la vez que aprenden las bases mecánicas, electrónicas y lógicas de las máquinas, vayan construyendo una historia que les acerque a los conceptos que se quieren reforzar. Y en nuestra amplia experiencia, cualquier asignatura es susceptible de beneficiarse de estas actividades.

Es una forma de poner la tecnología al servicio del aprendizaje.

Fomenta el uso y aprendizaje de «habilidades blandas»

Por paradójico que parezca, el uso de una tecnología como la robótica educativa permite que los niños desarrollen también algunas habilidades de las denominadas «blandas».

La capacidad para trabajar en equipo, colaborar, empatizar, organizar, planificar, superar la frustración y perseverar hasta conseguir el objetivo son elementos actitudinales que entran en juego cuando los profesores plantean un proyecto de robótica educativa a sus alumnos.

La programación se vuelve fácil y divertida

La robótica educativa plantea la oportunidad de aprender lenguajes de programación sencillos para operar robots.

Los niños de cualquier edad, desde nivel infantil hasta la adolescencia, se divierten y motivan con estas actividades, porque se siente libres para interactuar con procedimientos eléctricos y mecánicos, se plantean un objetivo y avanzan hacia él con conocimientos que van adquiriendo sobre la marcha, probando y rectificando secuencialmente hasta conseguir su propósito.

De hecho, la programación puede ser demasiado difícil y aburrida para ellos cuando se les presenta a través de los clásicos métodos abstractos. Pero cuando es un proceso práctico e interactivo, aprenden lo que pueden hacer con la programación a través de una experiencia y comprensión inmediata.

Los niños desarrollan habilidades para el futuro

La robótica prepara a los niños para el mundo laboral del futuro. El mercado laboral requerirá que las personas seamos capaces de comprender e interactuar con un entorno automatizado e inteligente, tener un pensamiento computacional y algorítmico y ser capaces de manipular máquinas complejas de forma digital.

La robótica educativa es un primer paso para que los niños se sientan cómodos en la tecnología, para que vean cómo son ellos los que la dirigen y cómo son los dueños de sus acciones.

Valdrá también para que comprendan hacia dónde les llevan sus gustos y aptitudes. El mundo tecnológico del futuro requerirá diferentes enfoques, ocupaciones y habilidades. Cuanto antes empiecen a descubrir dónde encajarán y qué quieren aportar, mejor.

 

En Rockbotic estamos plenamente convencidos de que la robótica educativa es un medio excepcional para fomentar en los niños todo aquello que nos hace humanos, convertirlos en dueños de su destino y permitirles enfrentarse, con las herramientas adecuadas, al incierto y apasionante mundo del futuro

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