Hace un par de semanas construimos unos tractores. Éstos poseían un monoeje (situado en la parte trasera del vehículo) y un par de ejes separados (en la delantera) que permitían el giro del carricoche.
Esta semana queremos dotar de movimiento a nuestros tractores colocándole un motor al eje trasero. El binomio monoeje y motor otorgarán de tracción a nuestros vehículos.
Para ello necesitaremos comunicar el movimiento desde el motor hasta el monoeje. Se nos han ocurrido , por ahora, cuatro soluciones:
Esta primera solución para transferir el movimiento del motor se vale de un tornillo sin fin, solidario al eje del motor, cuyo movimiento hace girar un pequeño engranaje insertado en el eje de las ruedas traseras.
Nuestra segunda solución se basa en la utilización de una goma, a modo de correa de distribución, que ensartada tanto en el eje del motor como en el de las ruedas, las hace girar solidariamente.
En la tercera solución se ha optado por el uso de dos engranajes, uno en el eje de las ruedas y otro en el eje del motor.
Y, por último, la solución más sofisticada. Patricio ha usado todos los elementos de las soluciones anteriores y las ha combinado. Un tornillo sin fin sobre el eje del motor le transmite el movimiento a un engranaje grande que se sujeta en la estructura transparente. Este engranaje le transfiere el movimiento a otro engranaje más pequeño que se encuentra en el eje de las ruedas. Es importante observar que una vuelta en el engranaje grande equivale a varias vueltas en el pequeño, es decir, a varias vueltas de las ruedas, esto se debe a estar ambas ruedas y el engranaje pequeño montados sobre el mismo eje.
Una vez configurado el sistema de tracción, se programa en Scratch un pequeño código que hará girar a nuestro motor en dos sentidos, dependiendo de la flecha pulsada, para permitir el movimiento hacia delante y hacia atrás.
En algunos casos, la dirección del vehículo, es decir, los engranajes que hacen de ruedas delanteras, se giraba impidiendo que el coche se moviese con facilidad o incluso inmovilizándolo por completo. Para evitar este efecto, algunos alumnos colocaron una goma que unía el cuello del personaje Lego con el eje del volante, provocando que este último quedase fijo y logrando un movimiento lineal y correcto del coche.
Nuestros vehículos paseaban de esta manera por las mesas del aula. Algunos con más carga que otros.
De las soluciones encontradas sabrías decirnos: ¿Cuál de ellas nos permitirá ir más rápido en nuestro coche? ¿y cuál nos subirá las cuestas con mayor facilidad?