El auge de los cursos de robótica para niños y la paulatina introducción de la robótica educativa en el aula generan inquietud en muchos colegios y profesores que no se sienten preparados para ello.
Como en casi todo, lo mejor es empezar poco a poco y perder el miedo a un mundo plagado de términos e ideas preconcebidas que intimidan sin necesidad.
De los profesores se espera hoy en día que hagan algo más que dictar una lección y que conviertan el aula en una experiencia homologable al mundo lleno de estímulos que nos rodea en nuestra vida cotidiana. Y muchos, en un noble empeño por motivar y estimular a sus alumnos se preguntan… vale, pero ¿cómo?
Para empezar, es importante tener en cuenta que no se trata de competir con esos estímulos, sino de extraer algunas de sus características y darles un contenido pedagógico en el que nuevos procesos, habilidades y herramientas ayuden a entender mejor las materias que se deben impartir, al mismo tiempo que los alumnos conocen y se habitúan a tales procesos, habilidades y herramientas.
La robótica educativa es una de las herramientas que hoy en día gozan de mayor popularidad para aproximar el mundo de las nuevas tecnologías al aula.
De hecho, cada vez más colegios la ofrecen ya como parte de su oferta de actividades extraescolares, como actividades complementarias o como actividad curricular.
Y muchas administraciones públicas ven en ella la forma ideal de iniciar a los alumnos en el pensamiento computacional, la programación y el trabajo orientado a proyectos. Sus beneficios y lo que puede aportar a los centros escolares, son cada vez mas evidentes.
El problema es que, comprensiblemente, el deseo de probar su introducción en el aula choca con la intimidación que produce algo tan nuevo y que evoca conceptos (robótica, programación, algoritmos…) que nos parecen avanzados y muy complicados.
Pero hacednos caso: la realidad, con la robótica educativa, no puede ser más diferente.
Vamos a ver por qué.
Cuánto necesita saber de robótica un profesor para empezar
La respuesta es: básicamente, nada.
Y dos son las ideas que deben prevalecer:
- Un profesor sin experiencia en programación ni kits de robótica puede preparar y dirigir fácilmente lecciones que enseñan cualquier tipo de materia a diferentes niveles.
- Cuanto más interés tenga un profesor en aprender los conceptos básicos de la robótica y la programación, más provecho podrá sacar a las clases, pero incluso al nivel más básico hay mucho que se puede conseguir.
Por su naturaleza, la robótica permite que el profesor adopte diferentes roles en el aula, que no tienen por qué ser el de «director del aprendizaje» que habitualmente toma en la enseñanza tradicional.
A los estudiantes se les pide que jueguen y busquen sus propias respuestas a través de un proceso que requiere que imaginen, diseñen y jueguen con los kits de robótica educativa.
Y lo más habitual va a ser que los niños se auto-dirijan una vez que empiezan. Suele costar muy poco.
¿Por qué es fácil introducir la robótica educativa en el aula?
Son varios los factores que facilitan la introducción de la robótica en el aula. Por ejemplo:
- La robótica educativa conlleva una forma de aprendizaje activo que es fácil de mantener.
- Casi todos los niños saben qué es un robot y sienten afinidad y deseo de jugar con ellos. Los han visto en películas, en series y cómics, con formas antropomórficas, simpáticos y accesibles. En el día a día se enteran de la existencia de drones, coches autoconducidos, mars rovers, robótica en la industria y la asociación que los teléfonos móviles y sus apps tienen con todo ello.
- Existen kits de robótica de todos los tipos, adaptados a diferentes edades, con un funcionamiento muy básico para empezar a trabajar con ellos. Los kits de robótica habituales se han diseñado para que resulten muy intuitivos a los alumnos, y todas las piezas del programa, incluido el software, funcionan a un nivel tan sencillo que es casi imposible que no descubran por sí mismos las reglas básicas de operación y programación.
- Los materiales físicos que usan los estudiantes no necesitan explicación ninguna.
- Ya que es un material diseñado para que trabajen con él, casi autónomamente, niños pequeños, un profesor puede dedicar 20 minutos a familiarizarse con la programación del kit y aprender lo suficiente para introducirla en el aula.
- Una formación específica en robótica educativa para profesores puede aligerar aún más el proceso. Los cursos de robótica para profesores pueden ser muy básicos, de unas pocas horas, o muy completos, de varias semanas, con toda la gama de posibilidades que ofrece la tecnología y las propuestas comerciales de hoy en día.
- Es casi imposible que un profesor no acabe también enganchado a la actividad junto con sus alumnos y aprendiendo sobre la marcha con ellos.
- Con los mismos kits u otros más avanzados se pueden ir haciendo posteriormente actividades más complejas que mantengan el interés y la motivación de niños y profesores.
- Se puede utilizar para materias STEM especialmente, pero también para otras materias, siempre que se diseñen unidades didácticas adecuadas.
Qué cosas NO necesita saber el profesor
Simplemente, NO hace falta que un profesor que empieza con robótica educativa tenga experiencia alguna en Ingeniería de Robots, en Programación, ni nada parecido. Ni siquiera en los kits de robótica que quiera utilizar.
Qué tareas SÍ debe hacer el profesor
No son muchas, y ninguna fuera de la labor cotidiana de un maestro:
- Permitir que los alumnos lleguen a comprender lo que se está enseñando.
- Exponer el propósito de la actividad, las bases, suposiciones, ideas que se pretenden enseñar
- Hacer continuas preguntas y recordatorios para que los niños las mantengan en su mente mientras trabajan y juegan
- Asegurar un proceso de trabajo adecuado para que no se pierda tiempo buscando material, para que los grupos tengan su propio espacio, para asegurar que se cumple el tiempo de cada paso
- Asegurarse de que los niños están reflexionando sobre su trabajo con, por ejemplo, preguntas simples como:
- ¿por qué haces esto así?
- ¿qué problemas podrías encontrar?
- ¿cómo hiciste esto?
- ¿qué formas de solucionar este problema se te ocurren?
- Identificarse como los «dueños de los materiales»
- Convertirse en solucionadores de los pequeños problemas que surgirán, y que lógicamente tendrán numerosas soluciones que un profesor puede adoptar al nivel adecuado. Problemas del tipo: «necesito una pieza extra en mi robot» («pídela a aquél grupo de compañeros, a ver si tienen»), «cómo grabo el proyecto» («vamos a ver dónde está la opción de ‘Grabar’ en este programa» o «no sé cómo hacer que el robot gire» («veamos cómo lo podemos cambiar, a ver Alejandro, ven aquí a ayudar a tu compañero»).
- Dejar que los niños lleven la iniciativa dentro de un orden lógico que evite que se descentren: un niño nunca se rebelará y dejará de intentar lograr el objetivo si tiene robots delante de él. Nunca, bajo ningún concepto, una clase con robótica educativa será un desastre. Incluso en los casos más frustrantes se aprenderá de algo, tanto alumnos como profesores.
¿Te quedan más dudas? Sigue leyendo…
Pero… no tengo tiempo para nada más
Te aseguramos que merece la pena y que va a ser más fácil y agradecido, para niños y profesores, de lo que puedes imaginar.
El uso de actividades y aprendizaje basado en proyectos motiva a los alumnos y les lleva a comprender los conceptos más profundamente. Por eso es bueno e importante integrar el uso de la robótica en el currículum cuando sea posible
Pero… de verdad que no sé nada de robots ni programación
El mundo moderno cambia con mucha velocidad y los profesores, como cualquier otro profesional, tienen que ser flexibles y tener una mente abierta para aprender cosas nuevas, a veces al mismo tiempo que los alumnos.
Puede ser incómodo para un profesor sentirse vulnerable y sin todo el control que está habituado a tener sobre sus clases, materias y herramientas, pero esto, paradójicamente, puede ayudar a que los alumnos tomen más responsabilidad en su aprendizaje.
A veces es complicado para un profesor admitir que no lo sabe todo, pero puede resultar muy bueno porque animará a los alumnos a investigarlo por su cuenta.
Recuerda: no hay que hacerlo todo a la vez. Se puede empezar con un kit sencillo y luego ir añadiendo más opciones u otros kits.
Pero… nadie más en mi colegio hace robótica
Bueno, cada uno es diferente. Empieza y llegarán los seguidores cuando vean el éxito inevitable de tus clases.
Pero… vale, por dónde empiezo
Unos pasos muy obvios y sencillos son los siguientes.
- Define el objetivo que quieres darle a la robótica en tu clase
- Decide si necesitas o quieres formación en robótica educativa específica previa para ti y para otros compañeros
- Define el material y el entorno: número de robots, grupos de alumnos, en clase, extraescolar…
- Decide si quieres que haya profesionales que te acompañen en las primeras clases (en Rockbotic estaríamos encantados…)
- Investiga cuál es el coste, prepara un presupuesto y si encaja… ¡adelante!